Una de las mayores dificultades a las que nos enfrentamos cuando aprendemos una lengua extranjera es mantener nuestras habilidades en los días, meses y años posteriores a la finalización del curso. Es especialmente difícil cuando hay pocas personas con las que practicar. La pérdida de habilidad con un idioma se denomina atrofia y se produce cuando dejamos de interactuar con él durante largos periodos de tiempo. A continuación te presentamos cómo practicar inglés por tu cuenta, de tal forma que puedas mantener tu dominio del inglés en tu vida cotidiana.
Método 1: Exposición pasiva y activa
Los niños pequeños aprenden un idioma exponiéndose a él y, aunque los adultos lo tienen mucho más difícil a la hora de aprender una nueva lengua, la exposición frecuente al idioma de destino, en nuestro caso el inglés, sigue siendo muy beneficiosa. La exposición puede ser activa o pasiva: puedes practicar inglés por tu cuenta mientras hablas o simplemente empaparte de él mientras te dedicas a otra cosa.
Por lejos, el método más pasivo es encender la radio, la televisión, un podcast o audiolibro, o algunos vídeos en línea, y dejar que se reproduzcan de fondo. Aunque es una forma lenta e ineficaz de practicar, captarás muchas palabras y frases porque se utilizan una y otra vez en diferentes contextos. Por supuesto, funciona aún mejor si escuchas con más atención, pero incluso esta exposición básica te ayudará a mantener el idioma más fresco en tu mente.
Consejo: un estudio de 2014 demostró que exponerse a un idioma antes de acostarse mejora la capacidad de recordar palabras al día siguiente.
La lectura es otra buena forma de sumergirse en un idioma y una excelente fuente de vocabulario nuevo. Por término medio, los adultos leen más deprisa de lo que comprenden el habla, por lo que la lectura es, en gran medida, una forma más eficaz de exposición. Internet es un tesoro de material de lectura de cualquier género y sobre cualquier tema que se te ocurra. Un artículo o un capítulo a la hora de acostarte no sólo mejorará tu sueño, sino que te ayudará a mantener el contacto con tus habilidades en inglés.
Considera también la posibilidad de cambiar el idioma de tu ordenador, móvil y redes sociales al inglés. Ya que estamos tan constantemente expuestos al mundo digital, podemos aprovecharlo
Método 2: La pluma es poderosa
Hay un proverbio inglés que dice que «la pluma es más poderosa que la espada», lo que significa que las palabras son más poderosas en política que las armas. De hecho, el bolígrafo -o el lápiz- es una herramienta eficaz para aprender y retener un idioma. Desde tiempos inmemoriales se ha animado a los estudiantes a tomar apuntes mientras estudian, ya que esto ayuda a fijar la nueva información en la memoria. Y lo que es más importante, las investigaciones han demostrado que escribir algo a mano es superior a escribirlo en un teclado en lo que respecta a la retención, ya que se estimulan más áreas del cerebro y se aprende con algo más que los ojos. Consejo: cuando aprendas palabras nuevas, escribe algunas frases utilizando las palabras en diferentes tiempos verbales, números y formas.
No hace falta que escribas una novela (¡pero podrías hacerlo!), pero escribir al menos un párrafo al día ya supone un gran avance. Escribir un diario es una forma estupenda de relacionar tu inglés con tus experiencias personales y tu día a día; puedes ser creativo con la poesía o los relatos -esto puede suponer un reto para ir más allá de tu uso habitual del inglés, ampliando tu destreza con él-; puedes escribir cartas o tus propias reseñas de libros o películas; traducir al inglés páginas de tu libro no inglés favorito; escribir en inglés tus listas de la compra; ¡las posibilidades son infinitas!
Método 3: Jugar al pilla pilla
Una forma estupenda de mantener el vocabulario en inglés es etiquetar los objetos de tu casa. Por lo general, esto sólo es aplicable a los sustantivos, ¡pero sustantivos que no olvidarás pronto! Incluso puedes intentar pensar en sinónimos cada vez que veas una etiqueta. La práctica no es sólo el aprendizaje de una lengua, sino una parte esencial de su mantenimiento: las etiquetas ofrecen oportunidades para practicar rápidamente. Si hay palabras o frases concretas que te gustaría asimilar plenamente, escríbelas en un papel que puedas pegar en la nevera, en la pantalla del ordenador o junto a la cama.
Además de etiquetar tus propias cosas, intenta recordar las palabras en inglés de los artículos del supermercado o de las cosas que veas por la ciudad, pensando de nuevo en sinónimos y en distintas formas de utilizarlas con verbos.
Método 4: ¡Diviértete!
Se ha demostrado que jugar, cantar, hacer bromas y, en general, divertirse es muy beneficioso para el aprendizaje de los adultos. El estudio demostró que divertirse mejora la concentración y aumenta el compromiso del alumno con su trabajo, así como los resultados. Por lo tanto, tú también te beneficiarás de combinar la práctica del inglés con la diversión. Hay muchos juegos a los que puedes jugar, e internet está lleno de comedias y humor en inglés, si eso es lo tuyo.
Un estudio sobre el pensamiento lateral encontró una conexión entre éste y el aprendizaje de lenguas extranjeras, lo que significa que los juegos de adivinanzas y acertijos son excelentes complementos para tu práctica del inglés. Puedes encontrar varios tipos de juegos lingüísticos en tiendas de aplicaciones, en Internet o en papel: sopas de letras, crucigramas, ahorcado, scrabble, juegos de anagramas, videojuegos basados en texto, ¡y mucho más!
Incluso un videojuego ambientado en inglés contará como exposición (activa o pasiva según el tipo de juego) con el mayor beneficio que supone divertirse.
Tampoco tengas miedo de hablar solo. Puede parecer un poco raro, pero en realidad no hay mejor compañía que la tuya propia. Muchos de nosotros ya hablamos con nosotros mismos, por lo que cambiar al inglés puede resultar un poco complicado al principio, pero cualquier hábito se puede cambiar con la repetición y es una gran forma de practicar inglés por tu cuenta.
No hace falta decirlo, pero mientras estés expuesto al inglés y lo utilices, no perderás tus habilidades. Sólo hay que seguir adelante.
Este artículo fue escrito por Johann Potgieter, profesor de Break Into English y colaborador del blog.